El recocido blando es un proceso de tratamiento térmico de temperatura elevada, realizado en torno a A1. Como su nombre lo indica, el objetivo del proceso consiste en ablandar un material tanto como sea posible. Tras el recocido blando, el material tendrá una estructura blanda y fácil de mecanizar.
Los aceros con alto contenido de carbono, así como la mayoría de aceros de alta aleación, que se enfrían al aire tras el trabajo en caliente, como la forja o la laminación en caliente, son por lo general difíciles de mecanizar. El recocido blando reduce la dureza y permite un mecanizado del material mucho más sencillo. El recocido blando de aceros bajos en carbono (<0,35% C) normalmente se traducirá en una estructura demasiado blanda y pegajosa para operaciones de corte.
El riesgo de grietas debidas al endurecimiento durante el reendurecimiento del acero enfriado y revenido se puede reducir mediante recocido blando previo al proceso de temple y revenido.
El recocido blando se puede realizar en acero, así como en las aleaciones de cobre y latón.
El recocido blando se realiza normalmente en aceros con alto contenido en carbono y aceros para herramientas, para proporcionar una estructura más blanda y más fácil de mecanizar.
Durante el conformado en frío de componentes de cobre y latón, el material se endurecerá. Cuanto mayor sea el conformado en frío, más duro llegará a ser el material. El efecto de la conformación en frío se puede eliminar mediante recocido blando.
La dureza obtenida tras el recocido blando depende del tipo de acero o del tipo de aleación.
Los materiales que se someten habitualmente a recocido blando son:
Durante el recocido blando de una estructura de acero perlítico, las laminillas de cementita toman forma esferodial, creando pequeñas partículas de cementita redondas en una matriz ferrítica blanda. Se trata de un proceso de difusión relativamente prolongado y el tiempo de inmersión es normalmente superior a las 4h. Tras el proceso de esferoidización, el componente se enfría lentamente (libre).
La temperatura del proceso se debe elegir en función de la aleación de acero, normalmente entre 700 °C y 900 °C.
El recocido blando se realiza generalmente en un horno con gas protector o en un horno de vacío, para evitar la oxidación o decarburación.
Para las aleaciones de cobre y latón, el proceso físico es distinto: la temperatura de recocido blando está entre 300 °C y 650 °C para las aleaciones de cobre y entre 425 °C y 650 °C para las aleaciones de latón.
El recocido blando es un proceso de tratamiento térmico de temperatura elevada, realizado en torno a A1. Como su nombre lo indica, el objetivo del proceso consiste en ablandar un material tanto como sea posible. Tras el recocido blando, el material tendrá una estructura blanda y fácil de mecanizar.
Los aceros con alto contenido de carbono, así como la mayoría de aceros de alta aleación, que se enfrían al aire tras el trabajo en caliente, como la forja o la laminación en caliente, son por lo general difíciles de mecanizar. El recocido blando reduce la dureza y permite un mecanizado del material mucho más sencillo. El recocido blando de aceros bajos en carbono (<0,35% C) normalmente se traducirá en una estructura demasiado blanda y pegajosa para operaciones de corte.
El riesgo de grietas debidas al endurecimiento durante el reendurecimiento del acero enfriado y revenido se puede reducir mediante recocido blando previo al proceso de temple y revenido.
El recocido blando se puede realizar en acero, así como en las aleaciones de cobre y latón.
El recocido blando se realiza normalmente en aceros con alto contenido en carbono y aceros para herramientas, para proporcionar una estructura más blanda y más fácil de mecanizar.
Durante el conformado en frío de componentes de cobre y latón, el material se endurecerá. Cuanto mayor sea el conformado en frío, más duro llegará a ser el material. El efecto de la conformación en frío se puede eliminar mediante recocido blando.
La dureza obtenida tras el recocido blando depende del tipo de acero o del tipo de aleación.
Los materiales que se someten habitualmente a recocido blando son:
Durante el recocido blando de una estructura de acero perlítico, las laminillas de cementita toman forma esferodial, creando pequeñas partículas de cementita redondas en una matriz ferrítica blanda. Se trata de un proceso de difusión relativamente prolongado y el tiempo de inmersión es normalmente superior a las 4h. Tras el proceso de esferoidización, el componente se enfría lentamente (libre).
La temperatura del proceso se debe elegir en función de la aleación de acero, normalmente entre 700 °C y 900 °C.
El recocido blando se realiza generalmente en un horno con gas protector o en un horno de vacío, para evitar la oxidación o decarburación.
Para las aleaciones de cobre y latón, el proceso físico es distinto: la temperatura de recocido blando está entre 300 °C y 650 °C para las aleaciones de cobre y entre 425 °C y 650 °C para las aleaciones de latón.
© 2024 Bodycote