La atomización de llama forma parte de un grupo más amplio de los procesos de revestimiento, conocido como atomización térmica. Una amplia variedad de materiales pueden ser depositados como revestimientos mediante este proceso.
Determinadas razones explican el uso de la atomización de llama:
La atomización de llama se utiliza ampliamente allí donde se requiere un revestimiento rentable y es posible tolerar una menor calidad. La mayoría de los componentes se atomiza manualmente.
Los revestimientos obtenidos son porosos y pueden absorber los lubricantes, lo que mejora el rendimiento del cojinete.
Aluminio, zinc, acero inoxidable, bronce, acero con bajo contenido en carbono, materiales a base de níquel, molibdeno.
Los revestimientos por atomización de llama constituyen una alternativa rentable para la aplicación de revestimientos metálicos y cerámicos en un entorno menos exigente.
La atomización de llama utiliza el calor de la combustión de un gas combustible, generalmente acetileno o propano, con oxígeno, para fundir el material de revestimiento. En este proceso se calienta y propulsa un consumible, generalmente un polvo o un alambre, sobre un sustrato para formar un revestimiento.
La atomización de llama forma parte de un grupo más amplio de los procesos de revestimiento, conocido como atomización térmica. Una amplia variedad de materiales pueden ser depositados como revestimientos mediante este proceso.
Determinadas razones explican el uso de la atomización de llama:
La atomización de llama se utiliza ampliamente allí donde se requiere un revestimiento rentable y es posible tolerar una menor calidad. La mayoría de los componentes se atomiza manualmente.
Los revestimientos obtenidos son porosos y pueden absorber los lubricantes, lo que mejora el rendimiento del cojinete.
Aluminio, zinc, acero inoxidable, bronce, acero con bajo contenido en carbono, materiales a base de níquel, molibdeno.
Los revestimientos por atomización de llama constituyen una alternativa rentable para la aplicación de revestimientos metálicos y cerámicos en un entorno menos exigente.
La atomización de llama utiliza el calor de la combustión de un gas combustible, generalmente acetileno o propano, con oxígeno, para fundir el material de revestimiento. En este proceso se calienta y propulsa un consumible, generalmente un polvo o un alambre, sobre un sustrato para formar un revestimiento.
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