Bodycote es el socio por excelencia para las principales empresas aeroespaciales. A medida que sus plataformas evolucionan a través de los ciclos de vida útil de los productos, nuestra oferta de servicios y conocimientos técnicos avanza con ellos, a través de cambios en la utilización de materiales, así como con cambios geográficos en la producción.
El tren de aterrizaje crítico debe funcionar sin fallo alguno cada vez que el avión vuela. La seguridad de la tripulación y los pasajeros depende de ello. La naturaleza y la posición de este componente crítico exigen fuerza y resistencia al desgaste y la corrosión, para satisfacer los requisitos de diseño.
Se utilizan combinaciones de técnicas de tratamiento térmico para garantizar la obtención de estas características. El tratamiento térmico se realiza para modificar las propiedades de los materiales, permitiendo que las piezas soporten un duro castigo. Los procesos térmicos respetuosos con el medio ambiente, como la proyección térmica de alta velocidad (HVOF), han sustituido a los métodos tradicionales de revestimiento, para añadir propiedades de resistencia a la corrosión y el desgaste. Las piezas tratadas habitualmente incluyen:
Los motores de avión están diseñados y construidos para funcionar en condiciones extremas y cumplir con una legislación ambiental en constante cambio. Los materiales del motor empleados funcionan habitualmente a temperaturas cercanas al punto de fusión; el uso de tratamientos térmicos controlados permite que estas partes funcionen en forma fiable a altas temperaturas, durante períodos de tiempo prolongados.
Los procesos térmicos como el tratamiento térmico, el HIP y la tecnología de superficies contribuyen en la preparación del motor para su vida útil. Las piezas tratadas habitualmente incluyen:
La integridad de la estructura del fuselaje y sus componentes asociados es de suma importancia, no sólo para la protección de los pasajeros, sino también para hacer frente al entorno en constante cambio al que están expuestos.
Se utilizan materiales resistentes a la corrosión en aquellas zonas en las que la fotaleza y resistencia ante los elementos son indispensables. Se utiliza aluminio y titanio en aquellas zonas en las que la fortaleza y la ligereza son una prioridad. Los procesos de tratamiento térmico se llevan a cabo con el objetivo de obtener las propiedades requeridas del material, así como los requisitos de diseño.
La capacidad de un piloto para controlar y pilotar en forma segura una aeronave depende de cómo funciona el sistema de accionamiento y permite que la aeronave responda a sus órdenes. Debido a la naturaleza compleja de las piezas y los materiales implicados, es necesaria la aplicación de algún tipo de tratamiento térmico.
La unión de intrincados conductos hidráulicos y actuadores mediante procesos térmicos tales como la soldadura fuerte al vacío y la soldadura por haz de electrones permite que los diseñadores utilicen las últimas tecnologías disponibles para el diseño de nuevos componentes.
Bodycote es el socio por excelencia para las principales empresas aeroespaciales. A medida que sus plataformas evolucionan a través de los ciclos de vida útil de los productos, nuestra oferta de servicios y conocimientos técnicos avanza con ellos, a través de cambios en la utilización de materiales, así como con cambios geográficos en la producción.
El tren de aterrizaje crítico debe funcionar sin fallo alguno cada vez que el avión vuela. La seguridad de la tripulación y los pasajeros depende de ello. La naturaleza y la posición de este componente crítico exigen fuerza y resistencia al desgaste y la corrosión, para satisfacer los requisitos de diseño.
Se utilizan combinaciones de técnicas de tratamiento térmico para garantizar la obtención de estas características. El tratamiento térmico se realiza para modificar las propiedades de los materiales, permitiendo que las piezas soporten un duro castigo. Los procesos térmicos respetuosos con el medio ambiente, como la proyección térmica de alta velocidad (HVOF), han sustituido a los métodos tradicionales de revestimiento, para añadir propiedades de resistencia a la corrosión y el desgaste. Las piezas tratadas habitualmente incluyen:
Los motores de avión están diseñados y construidos para funcionar en condiciones extremas y cumplir con una legislación ambiental en constante cambio. Los materiales del motor empleados funcionan habitualmente a temperaturas cercanas al punto de fusión; el uso de tratamientos térmicos controlados permite que estas partes funcionen en forma fiable a altas temperaturas, durante períodos de tiempo prolongados.
Los procesos térmicos como el tratamiento térmico, el HIP y la tecnología de superficies contribuyen en la preparación del motor para su vida útil. Las piezas tratadas habitualmente incluyen:
La integridad de la estructura del fuselaje y sus componentes asociados es de suma importancia, no sólo para la protección de los pasajeros, sino también para hacer frente al entorno en constante cambio al que están expuestos.
Se utilizan materiales resistentes a la corrosión en aquellas zonas en las que la fotaleza y resistencia ante los elementos son indispensables. Se utiliza aluminio y titanio en aquellas zonas en las que la fortaleza y la ligereza son una prioridad. Los procesos de tratamiento térmico se llevan a cabo con el objetivo de obtener las propiedades requeridas del material, así como los requisitos de diseño.
La capacidad de un piloto para controlar y pilotar en forma segura una aeronave depende de cómo funciona el sistema de accionamiento y permite que la aeronave responda a sus órdenes. Debido a la naturaleza compleja de las piezas y los materiales implicados, es necesaria la aplicación de algún tipo de tratamiento térmico.
La unión de intrincados conductos hidráulicos y actuadores mediante procesos térmicos tales como la soldadura fuerte al vacío y la soldadura por haz de electrones permite que los diseñadores utilicen las últimas tecnologías disponibles para el diseño de nuevos componentes.
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